El agotamiento en el personal de salud


Más de 46 mil del personal de salud se han infectado de Covid 19, al primero de julio habían fallecido alrededor de 584,  para esta misma fecha tan solo en una semana (23 de Junio al 1 de Julio) fallecieron 99 médicos  y hay 23 fallecimientos más por confirmar, y otros que han vuelto a la primera línea, vuelven a infectarse con mayor gravedad. Esto según datos de la Secretaría de Salud Dr. José Luis Alomía. Director General de Epidemiología. Este holocausto no puede continuar para nuestro personal de salud. Y nosotros como ciudadanos responsables tenemos el poder de detenerlo. Por eso, debemos de tener muy claro que, cada vez que tomas una decisión individual como ir una reunión, ponerte mal el cubrebocas, estarías condenado a cientos de personas, porque si te enfermaras o contagiaras a tu familia, invariablemente necesitarás del personal de salud y tal vez no haya suficiente personal para atenderte porque están infectados también.
Para que nuestro personal de salud y sus familiares se sientan apoyados es importante reconocer su labor y el enorme sacrificio.  Parte de este reconocimiento y respeto es seguir cabalmente sus indicaciones: si ellos te dicen que busques un hospital y  traslades inmediatamente a tu ser querido, es porque ellos tienen protocolos establecidos para un manejo más especializado.
Ya que parte del agotamiento mental del personal de salud es que, además de luchar contra un virus desconocido haciendo lo que pueden con lo que tienen, todavía deben lidiar con la oposición de los familiares de sus pacientes al dar indicaciones, estar aclarando falsas noticias y luchar contra la ignorancia que inyectan algunos consultores (coaches) de salud en redes sociales.



Mientras libran fuertes dilemas éticos por la falta de equipo médico y por si esto fuera poco, todavía tienen que defender su credibilidad frente a personas que se creen con la capacidad de contradecir a un profesional, y súmale tener que luchar contra la automedicación, el desabasto de farmacias y las llamadas de emergencia de personas que no atendieron sus síntomas a tiempo y que se pudieron prevenir las urgencias.
Todo esto abona al estrés y agotamiento de nuestro personal que estará en contacto con tu familiar si se enferma: “Decenas de llamadas al día donde la gente quiere un tip por mensaje, que le complete el kit de medicamentos que se autorecetó cuando ni siquiera conocía sus antecedentes médicos,  y si no contesto, me toman por pedante o hablan mal de mí” me comentaba una infectóloga que atiendo para darle contención.
“Esas llamadas y mensajes son mucho más desgastantes para nosotros que incluso los casos en el hospital”.  
Nuestra labor como sociedad, pacientes potenciales o clientes, es dejar la comunicación con el personal médico para cosas realmente esenciales y cuidar su tiempo: el hecho de que un médico sea amigo tuyo no te da derecho a consultas gratis o consejos rápidos por Whats’App sin una consulta formal de por medio.
Debemos de ponernos en su lugar, cuidarnos desde casa,  tomar en serio sus recomendaciones, retribuir su trabajo y tiempo con respeto, cubrir sus honorarios y velar celosamente por su bienestar físico y emocional.


Ellos también son hijos, esposos, madres y están haciendo lo mejor que pueden. Hagamos lo mejor que podemos nosotros por ellos también. Cada vez que uno de ellos se desmotiva o se enferma, perdemos todos.  Por eso, desde aquí, doy las gracias a todos y cada uno de los que están al frente de la batalla. Gracias por su compromiso y su pasión.


Psic. Olga González Domínguez

escribeme@olgagonzalez.mx

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