¡Resiste! Ya falta poco.

De pronto mis redes se pintan de negro. Todo habían sido opiniones, memes, críticas políticas, opiniones de pseudo profesionales de la salud... Hasta que de pronto, de un día para otro, quienes estaban enojados ahora están asustados porque alguno de sus familiares está enfermo; los que no creían y seguían saliendo sin mayor necesidad a la calle (porque en el fondo “todos nos estamos cuidando mucho”) ahora solicitan un tanque de oxígeno; los que estaban incrédulos ahora están desesperados buscando plasma para sus hijos y familiares. Hoy, más que cualquier otro día, mi Facebook se ha teñido de rojo por todos aquellos llamados de auxilio, y también de negro, por un corazón de luto. Esta semana, más que cualquier otra, fue la semana en que más personas cercanas a mí dieron positivo o fallecieron por Covid-19. Hablo de gente joven, adulta, sin enfermedades preexistentes ni obesidad. Nadie cree hasta que le pasa. Nadie ve la magnitud de la pandemia hasta que la muerte te golpea a l